27 de febrero de 2016
Un 27 de febrero de 1996 salían a la venta en Japón dos juegos que marcarían un antes y un después en la industria. Pocos podrían adivinar que la licencia sería tan grande que tendría empresa propia (The Pokémon Company), que generaría enormes beneficios sólo por merchandising o que tendría tantas especies de seres que, de ser un zoo, sería el sexto más grande del mundo. Un 27 de febrero salían a la venta Pokémon Rojo y Pokémon Verde.
La idea del juego, como todo en Nintendo, surgía de una afición de la niñez. Satoshi Tajiri solía cazar bichos siendo pequeño y quiso crear un juego basado en ese hobby. Presentó la idea a la compañía y tras idas y venidas acabó siendo realidad. El éxito de Pocket Monsters no fue inmediato y fue en parte debido a estrategias de marketing. La primera fue lanzar dos versiones diferentes de un mismo juego para que la gente pudiera intercambiarlos. La segunda fue el misticismo creado a partir de Mew, el primer Pokémon legendario, el número 151 que nadie conocía. La leyenda de este misterioso Pokémon fue tan grande que cruzó fronteras y pasó a ser un auténtico fenómeno de ventas.
La salida en el mercado occidental no fue fácil, de hecho estuvo a punto de cancelarse. Fueron las habilidades del desaparecido Satoru Iwata, anterior Presidente de Nintendo, las que permitieron que esta saga viera la luz en Europa y América.
Pokémon no se quedó ahí. Juegos de cartas, spin-off, peluches, películas, series de televisión, manga... Ha licenciado todo lo que se podía licenciar y sigue siendo un éxito arrollador dos décadas después. A pesar de que suela vincularse a un público infantil, los videojuegos de Pokémon reúnen a todo tipo de jugadores de todo el mundo y está presenta en campeonatos a nivel mundial.
Para quienes tuvimos la suerte de ver su nacimiento y seguir disfrutando de estos juegos, la evolución de Pokémon y sus diferentes entregas a ido marcando las diferentes etapas de nuestra vida. Pokémon Rojo y Azul marcó esos últimos años de mi infancia, compartiendo las horas de juego con la serie recién estrenada allá por un mes de diciembre. Oro y Plata eran la desaparición de Game Boy y la salida de las nuevas portátiles; el paso a una versión más grande y madura. Rubí y Zafiro llegaban con la entrada en la universidad, con un programa de embajadores que me permitió romper las fronteras y el hielo para conocer gente nueva. Perla y Diamante representan la independencia y la responsabilidad que llega con la madurez mientras que Negro y Blanco se corresponden con el fin de una época larga de mi vida. X e Y son el fiel reflejo de una nueva vida que se abría ante mis ojos y quién sabe lo que Sol y Luna me tendrán reservado.
Hoy lo nuevo y lo viejo van de la mano. En la Consola Virtual podemos jugar a los juegos originales modificados para poder conectarnos al Pokémon Global Link. Es como un viaje en el tiempo en el que la niñez vuelve por unos instantes a sentarse con nosotros y recordar, junto a póster de Magazine 64, al compañero inseparable que libró con nosotros mil y un combates.
