Esta foto resume en líneas generales todas las bondades y deficiencias de este zord en versión de coleccionista. Sin duda alguna la gran deficiencia es lo mal que han ocultado los tornillos. Ya pasó con el Unicornio y el Grifo del Thunder Megazord y aquí se repite. Además lo hace quizás en una parte muy vistosa gracias a la gran movilidad que le han dado a las alas. Tampoco han optado por añadir luz y sonidos como sí tenía el halcón original japonés de los 90. Aunque si tengo que elegir prefiero tener articulación en las alas en lugar de luz en los misiles.

En caso de añadir electrónica tampoco se habría podido tener el detalle de los cañones de las alas. Ahora son cañones individuales y se puede ver a través de las alas, lo que da un toque mucho más real. En cuanto a color y detalles, las diferencias con el original son muy pocas, aunque sí que destaca cómo se han hecho. La principal novedad es el pequeño triángulo verde de la parte de abajo de las alas. Además vuelve a ser todo esculpido y pintado, nada de pegatinas. Un gran ejemplo de ello son las rayitas negras de las alas sobre fondo dorado.

 

En la foto superior podéis ver el detalle de la articulación nueva del ala, que no estaba en el original y da opción a nuevas posturas. Es una pieza pequeña que sale del interior del ala para poder doblarla a la mitad. Las dos partes del ala se separan para evitar rozamientos. Si se quiere poner el ala recta, la pieza se introduce para que no queden huecos. Es una opción muy inteligente. Son este tipo de cosas las que queremos ver en una gama de coleccionista. La única pega es que esa misma pequeña pieza es la que hace de enganche de la pieza exterior del ala y da sensación de fragilidad porque hay que hacer mucha fuerza para engancharla (para soltarla es más fácil). Por cierto, también hay una articulación extra en las patas. Ahora también es posible doblar las garras delanteras y no sólo el espolón.

Ya con su presentación resultó obvio que el Legacy Falconzord era el que menos lo necesitaba. Para Bandai era una prioridad porque todo lo relacionado con Tommy Oliver vende, pero el Falconzord original era ya extremadamente bueno y con gran fidelidad a lo visto en la serie. Una vez tenemos al de la línea Legacy en las manos las sospechas se confirman. Son prácticamente iguales. El precio acaba compensando por la calidad de los materiales (no tanto algunos acabados), los colores y la ausencia de pegatinas, pero que nadie se haga con él buscando el zord definitivo.

Otra cosa que se repite mucho en la línea Legacy es el tamaño. Si los comparamos con los originales siempre son más pequeños, pero son mucho más proporcionados. El halcón se ve más menudo, pero la cola es mucho más grande y destacan sus proporciones, algo exageradas en el de los 90.

En cuanto a la pintura los tonos dorados brillantes pasan a ser algo más mate, incluyendo aquel que hay en las partes metálicas como las patas. Tambien se han eliminado muchas líneas negras extra del antiguo, que estaban ahí para remarcar en las pegatinas lo que el original tiene moldeado.

No, no es el arca de la alianza.

¿Veis la principal diferencia? Sí, la ausencia de los enganches para sujetarlo al futuro Legacy Ninja Megazord. Si hay algo que nos ha dejado la línea Legacy es que Bandai América no crea los zords pensando en los futuros que van a salir. Ni el Legacy Megazord estaba pensado para sujetar el peso del Legacy Dragonzord ni el Legacy Tigerzord estaba creado pensando en el Legacy Thunder Megazord. Esto acaba derivando en piezas extra o combinaciones extrañas que no terminan de cuajar. En el caso del Legacy Falconzord puede venir bien para darle un mejor enfoque estético, pero en los otros casos ha acabado en graves deficiencias de diseño estructural.

Tsubasamaru, el falconzord original de Kakuranger.