Publicado por: ASTURmatr
18 de enero de 2016
A veces uno llega a según qué sitios sin saber muy bien cómo ni por qué. Y eso es lo que me ha pasado a mí con Shintaro Kago.
Whakoom tiene mucho que ver en todo esto. Empezó como una simple forma de catalogar todas mis colecciones para evitar la desagradable compra repetida de números, pero ha acabado como una fuente incesante de material nuevo y completamente desconocido para mí.
Así que imagino que una cosa llevó a la otra y que buscadores y tiendas hicieron el resto y acabé topando con el material ero-guro (ero-gore) de Shintaro Kago. Excepto el recientemente publicado La formidable invasión mongola (ECC), todo lo que hay de Kago en nuestro país pertenece a la difunta EDT-Glénat, por lo que no es fácil de encontrar. Así que empecé con el que pude encontrar en mi librería de cabecera.
Novia ante la estación es una serie de relatos cortos que giran en torno al tema de las relaciones de pareja, todo desde un punto tan surrealista como escalofriante y siempre atado a los fuertes encasillamientos doctrinales de la sociedad japonesa. El trazo, en ocasiones, no me permitía distinguir unos personajes de otros y el surrealismo de la escena en ocasiones me hacía perder el hilo de la historia. Quizás porque trataba de buscar un sentido que no existía.
Dado que es mi primer título de este mangaka no puedo compararlo con ninguna otra obra suya, pero lo que he visto no me ha parecido tan sensible o perturbador como muchos habían advertido. Sí que es cierto que no es un título para cualquiera porque el gore y el sexo se entrelazan de forma insana.
Intentaré conseguir títulos perdidos del fondo de EDT que pueda quedar por alguna parte. Creo que una de las grandes bazas de leer Shintaro Kago es saber dónde va a poner el límite en la próxima historia y descubrir si vas a ser capaz de pasarlo.