12 de enero de 2016
Estreno sección. Estos días de sufrimiento frente a la consola luchando contra ineptos en The Legend of Zelda: Tri Force Heroes me han obligado a escribir una serie de artículos donde resumo los siete grandes errores de los juegos que caen en mis manos. No tienen por qué hacer de ellos malos juegos, sino frustrar al jugador o retorcer la experiencia. Y empezamos con Tri Force Heroes.
- La comunicación. Tras probar la demo fui uno de los pocos que alabó el sistema de comunicación del juego. Con tan solo ocho iconos uno es posible indicar un montón de acciones y pistas, pudiendo dar órdenes o sugerencias a los otros dos miembros del trío. Incluso me pareció parte de un puzle en sí mismo. Pero el tiempo no ha sido clemente ni con mi opinión ni con el sistema de comunicaciones. Cuando los jugadores están condenados a no entenderse, cuando hay un inepto en el grupo, no hay iconos que valgan. Muchos jugadores tienen vicios adquiridos que son problemas suyos si juegan en solitario. Pero jugando en cooperativo se convierten en problema de todo el mundo. Decirle que deje una técnica inútil es imposible. Y frustrante.
- Más vale maña que fuerza. No sé la cantidad de partidas que he perdido por culpa de la gente que va espada en ristre, creyendo que es la solución a todo. No sólo la espada no es la solución a todo, aporrear el botón B tampoco lo es. Combatir necesita un timing que muchos no tienen en cuenta y eso conlleva a una pérdida inmisericorde de vidas. Muchos se olvidan de usar los objetos en los combates; mucho más útiles y evitan el contacto físico.
- Que corra el aire. Éste pecado va ligado íntimamente con el anterior. Si muchos son incapaces de combatir con algo que no sea una espada, la mayoría son incapaces de observar desde lejos. Hay ocasiones claras en las que un miembro del grupo es inútil en el combate y en lugar de apartarse se quedan en medio de la acción, entorpeciendo y acumulando daño. No hay forma humana de decirles que se aparten del medio. Tampoco es su punto fuerte esquivar cosas.
- El Lag. El mismo sistema peer to peer que usa Nintendo en sus conexiones y que le impide ofrecer chat de voz, es el mismo que en ocasiones puede volver injugable una partida. Aunque puede suceder que el lag aparezca en mitad de una partida, lo normal es que se produzca desde el mismo momento en el que el jugador problemático conecta con nosotros. Si la conexión no se cae puedes llegar a perder mucho tiempo sin hacer absolutamente nada. En el peor de los casos jugarás a trompicones sin poder hacer tampoco nada.
- Trols. Intento ser más fuerte que ellos y hacer lo posible para que se integren en la dinámica de juego, pero alguna vez (generalmente cuando llevas acumuladas frustraciones por todo lo anterior) he decidido abandonar y buscar nuevos compañeros. No he estrenado la lista negra ni tengo pensado hacerlo, pero la gente que se dedica a ir a su bola son un gran problema. Afortunadamente no me he encontrado muchos.
- Inútiles. Es la palabra que más grito cuando me encuentro gente poco apañada para seguir indicaciones o para evitar obstáculos sencillos. También están los que se caen constantemente o tienen tan poca puntería que siempre te lanzan al vacío. Ninguno estamos libres de cometer errores, pero hay gente que tiene muy poca maña.
- Azar. Conseguir un artículo u otro es cosa del azar. Y eso no mola nada cuando tienes un montón de vestidos que confeccionar y todos ellos dependen de cosas que no puedes conseguir de ninguna otra forma. Sí, está el mercader, pero su rango de productos es limitado y muy caro para según qué artículos. Algún día escribiré algo sobre el azar en los juegos de Nintendo.
Posiblemente me deje alguna cosa en el tintero, pero no me cabe ninguna duda que todos vosotros habéis experimentado todos estos problemas. Y me arriesgo a decir que posiblemente muchos de ellos en el mismo día. Poder jugar en solitario, aunque complicado, fue un gran acierto por parte de Nintendo.
