Publicado por: ASTURmatr
23 de septiembre de 2016
Nintendo tiene que replantearse su sistema de recompensas muy seriamente. No voy a entrar en si las ofertas merecen la pena o si antes molaba más cuando había artículos físicos. Pero sí en cómo han planteado su esquema. Está pensado para que el usuario no almacene cantidades ingentes de monedas y esté obligado a consumirlas. Por otra parte limitan continuamente el tipo de recompensas a las que se tiene acceso, por lo que el socio se ve continuamente en una doble presión que provoca rechazo y lo aleja de esa fidelización buscada.
Vaya por delante que creo que hay ofertas interesantes por precios bastante bajos. Todo aquello que se consiga con monedas de platino es gratis total. Y yo gracias a eso he conseguido unos 5€ de rebaja en dos entregas de Picross e, el Wario Ware Touched, el Picross de Zelda y seguro que alguna cosa más que me olvido. Pero no puedo evitar pensar que es un sistema que penaliza al mejor usuario. Si tú has sido usuario fiel durante todos estos años ya tendrás los juegos punteros de Nintendo y es más que probable que ya te hayas comprado los DLC. Que te hagan ofertas en Super Mario 3D World o te ofrezcan los DLC de Pikmin, no tiene mucho sentido porque ya los tendrás. Es ahí donde debería ampliarse la oferta y permitir el canje por saldo de eShop o algún que otro acceso en primicia.
Pero, sin duda alguna, la espada y la pared son la fecha de caducidad de las monedas y la temporalidad de las recompensas ofertadas. El catálogo de productos de las recompensas nunca crece, sino que más o menos se mantiene en un número estable ya que cada mes desaparecen algunas y se ofrecen otras nuevas. Si a eso le sumamos que las monedas caducan a los seis meses (12 las de oro), el usuario se ve siempre emplazado a gastar incluso en aquello que no quiere o en perderlas. Esto hace que el jugador nunca pueda ir al catálogo a hacerse con algo que ha visto, sino que tiene que hacer cábalas sobre qué debe adquirir primero o qué es más probable que pueda volver a aparecer en un tiempo. Creo que, si las recompensas no desaparecieran del catálogo, podría mejorarse la situación y ofrecer algo más de certidumbre al sistema.
Quiero pensar que todo está en una especie de periodo de pruebas y que será en la próxima generación donde todo termine por despegar. Quizás premiando con accesos tempranos a determinados artículos como ocurrió con el Club Nintendo y los lanzamientos de algunas de las consolas. Es mucho suponer, claro está. Si algo caracteriza a Nintendo en los últimos tiempos es dejar morir sus sistemas, no el mejorarlos con el paso del tiempo. Salvo, obviamente, la estabilidad del sistema de Nintendo 3DS. Siempre hay un paso más que dar para que su sistema operativo vaya como la seda.
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